domingo, junio 25, 2023

Pensando en nada, en todo

 Es increíble

 que me sorprenda


 un buen gesto,

 una atención,

 una invitación,


 una caricia en la cabeza,

 en la espalda,


 en el corazón;


 parece lo más común,

 debería ser normal


¿acaso considero

 que no lo merezco?


no se.


No sé ni qué decir, me inhibo

cuando elogian

a algunos de mis textos;


también si me envían buenos deseos,

me dicen palabras lindas.


No me pasaba

antes.


Supongo

que con el tiempo naturalicé

el desinterés, el desapego,


el maltrato.


No significa

que no hubo quienes

me consideraron,

me brindaron su apoyo,


me estimularon,


me quisieron...(¿?)


Sé que mis padres,

a su manera -no demostrativa-,

me querían, me quieren;


sé que hubo gente pariente o no

que en verdad me apreció, me aprecia;


tal vez,

de algún modo

yo provocaba o sigo provocando el alejamiento;


quizás,

por esto de naturalizar la distancia,


el desinterés,


la soledad.


Siendo muy joven andaba sola por ahí,


iba al río o a algún parque,


me llevaba, entonces,

el walkman,

cerraba los ojos y soñaba;


o iba a tomar cafés

por ahí y por allá,

-aún lo hago-


y escribía alguna que otra cosa

en servilletas;


me acostumbré

a estar conmigo:


no es tan malo

como se cree;


pero hace

que me cueste

compartir salidas,


reunirme

con uno, con el otro.


Tal vez,

algunas experiencias

no muy gratas

me volvieron desconfiada.


Eso sí: sigo incentivando

a cuanta persona se me cruce,


intento

decirle cosas positivas,

estimulantes, graciosas;


probablemente


una manera

de compensar 

esto de elegir estar casi siempre sola.


Esa normalización

del no apoyo, del destrato


pude, puedo provocarla

yo misma,


¿inconscientemente?


lo ignoro.


El hecho de dedicarme a escribir

no debe ser algo casual.


Debe estar relacionado

con esta individualidad,

estas auto-salidas, distracciones,


esta búsqueda

de momentos a solas,


pensando en nada,

en todo.


Pensando en alguien

que me sigue doliendo


de quien no quisiera acordarme


porque es domingo

y resta.


En fin, 

acá, inserta en mi cuadradito virtual


me encuentro, comparto

con muchas personas,


muchas cosas.


Nunca imaginé 

que esto podría suceder:


mis escritos

me impulsan a sociabilizar;


mi libro

es la puerta de entrada


a la conexión

o reconexión


con los demás.


¿Mi carta de presentación?


¿mi aporte

a otras soledades, a cuestionamientos

de otros?


también.


(Demasiados planteos

para una sola tarde).


¡Lindo domingo!

-quien sea que lea mis delirios-.





 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristina Del Gaudio

Seguidores