Rompí
tu estricta -y conveniente- división
fantasía/realidad;
aniquilé
de un golpe certero
esa robotización
de mi persona;
¿o preferís decir apropiación,
manipulación
de sentimientos?
todo para escapar
de tu ruinosa vida feliz
inventada,
junto a quienes no te importan
una mierda.
¡Claro que develé
tu farsa!
tus comportamientos, tus dichos engañosos,
infantiles;
tus promesas
que mi parte imbécilmente ingenua
tomó como certeras;
expuse tu doble cara
ante mí, ante todos,
¡ante vos mismo!
claro que lo hice.
Y volvería a hacerlo.
Y volvería a hacerlo.
Y volvería a hacerlo.
Creíste que me dejabas
devastada,
llorando
mientras limpiaba los residuos;
te olvidás
que tengo esto,
esto que vos no tenés ni tendrás:
el poder de contar,
de expresar, de manifestarme,
desahogarme
entre-líneas
y resurgir
para seguir escribiendo,
una, otra vez,
porque alguien, algo
me regaló este don.
Nada de nada destruiste en mí,
siempre fui, seré quien soy;
no inventé ningún cuento,
no dije amado tal ni tal otro,
no finjo afectos;
mucho menos, los utilizaría
como armadura;
seguí con tus convicciones
absurdas,
¡seguí fingiendo quien no sos!
es lo peor
que puedo desearte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario