En fin,
la vida
no resultó,
no resulta perfecta;
solo se trata de fragmentos,
de fotografías más, menos actuales,
que reproducen
instantes,
reviven
ilusiones,
nos devuelven
sonrisas
o lágrimas;
no es permanente,
de ningún modo;
es ese llamado,
esa palabra estimulante,
esa risa espontánea,
esa sonrisa que evoca ese momento especial;
una vez escribí
"la vida es un gran helado
del sabor que más nos plazca"(*).
Y así es.
En ocasiones, damos con el sabor de helado
más o uno de los más exquisitos;
en otras,
no es el sabor que esperábamos,
no es como lo imaginábamos
o lo deseábamos;
sucede con todo,
con todos, en todos los aspectos:
no era el amigo que creí que era,
no era, no es el amor con el que soñé;
no es el lugar, no es "mi" lugar
o el que pensé que lo era;
no es la magia
que construía de la nada,
¡yo sabía, yo podía hacerlo!
¡y podía sostenerla
días, años!
en las peores circunstancias
de la índole que fueran;
no, no es esta
la vida que en otros tiempos
y no hace tanto
quise, pretendí,
planeé
tener.
Pero es lo que es.
Hago lo imposible
por resucitar aquella pasión,
aquellas estrellas brillantes
que buscaba:
los ojos, ávidos,
puestos
en el cielo;
me bastaba
para tener ese increíble descanso;
ya no es ni será
del mismo modo.
No ese tipo de sensación,
no esas fantasías, no esas estrellas
así,
aún pueda verlas brillar
desde mi ventana,
la perspectiva cambió;
los años
transformaron aquella visión;
pero es parte
de crecer, ¿no?
el punto
sería resucitar esos flashes,
devolverme
aquel universo
un tanto o muy delirante
por un rato,
sin por ello alejarme de la realidad;
no extraviarme
en la escalinata
rumbo al desván interno,
repleto de efectos alucinantes
que me reconcilien
con esto, con todo;
que insistan,
que me sacudan
el polvo de la tristeza;
que me digan que puedo, ¡puedo!
Es cierto:
el mundo se volvió
un tornado de amenazas;
es duro,
se pierden personas,
se pierden posibilidades,
cosas;
se pierden concreciones de logros que alguna vez
creímos que alcanzaríamos;
¡se pierden ansias!
pero todo ello no impide
que algo, un fragmento, un beso,
un abrazo, una esperanza
puedan con ello,
logren
resignificar
nuestra estadía
durante el tiempo que sea;
aquí,
ahora mismo.
(*) extraído del poema: "Me pregunto: ¿qué es la vida?", del libro "Por calles elegidas", de mi autoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario