Todos, todo
menos vos.
Sonrisas,
buenos deseos,
palabras que confortan,
que emocionan,
hacen reír, incentivan;
pero no hay caso.
Nada,
nada, en absoluto
va a reemplazar
tan vertiginosa presencia,
el más excitante intercambio;
ese decir elogioso, dulce, apasionado, ardiente,
ese decir confrontativo, bélico,distante,
ese todo, esa nada,
ese elevarme y caerme
al mismo tiempo;
ninguno, nada, nadie
podrá reemplazarte
ni por un rato;
no es que no me lo proponga,
pero no sé cómo hacer con el corazón,
el cuerpo,
la mente;
ese intenso, peligroso juego,
todas esas palabras, dichas
todas esas palabras no dichas;
las más bellas,
las más hirientes,
las más oscuras;
esa devolución
de ese nuevo vos
que desconocía,
que no me animé a conocer;
que no acepté conocer.
Todo
todo vuelve,
todo sigue acá;
e intento, intento, ¡intento!
hallarte en otros sitios, otras actividades,
otras personas;
buscar algo tuyo, algo mínimo, siquiera,
en otras miradas,
otras maneras,
otras historias
y no,
no lo consigo.
Siento que quedé sola,
aislada
en un desierto inhóspito,
cuya inercia, muda, hiere
y en el que nunca más
me encandilará
un espejismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario