jueves, agosto 08, 2019

Ese griterío que entorpece la razón

¿Depende de mí?

depende de todos,

proponerse
un comienzo distinto,

un día
de entendimientos;

un día
en que no se busque,
no se goce, en algunos casos,
con el daño que hacemos a otros,

pues esos otros
también somos nosotros,

porque también
nos daña,
como humanos que somos.

Sería bueno
que nos lo replanteáramos;

todos tenemos problemas,
nos hierve la cabeza, nos estalla
cuando prevemos y  a veces, constatamos

situaciones
que nos superan,

o intentan superarnos.

Parece utópico,
de hecho, lo es, para muchos,

ni estas líneas, ni otras
van a lograr que algo cambie

y si consiguen que alguno,
uno solo
piense en esto,

es más que suficiente.

Gocemos este día,
con nuestros más
y nuestros menos,

con nuestras carencias,
con todos esos temores
que nos aquejan,

con la incertidumbre
que en ocasiones, anticipa
una catástrofe
que nunca
llega a producirse.

¡hay tanto que imaginamos,
tanto por lo que sometemos al cuerpo,
a la cabeza,
a un estado de alarma!

¿para qué?
¿por qué?

dejemos a un costado
por un momento,

toda esa pesadumbre,
ese griterío que entorpece la razón,
la posibilidad de una quietud espiritual;

quizás, así,

podamos transmitirlo
a otros
y estos, a su vez, a otros más

tal vez, algún día

podamos despertar sonrientes,
relajados,
sin este estado de alerta;

despojados de nada que no sea
la paz, la aceptación, (no digo resignación),
la voluntad, el ansia
de enfrentar el día de otra manera.

Sería, supongo,
un buen comienzo:

el hacer lo cotidiano,
beber nuestro café,
lo que sea

con la mirada puesta
en el recorte de cielo
que podemos ver
desde nuestra ventana,

y en su totalidad,

desde nuestro ser interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristina Del Gaudio

Seguidores