martes, agosto 27, 2019

Sin nosotros, nada serviría

Nadie debería sostener
un dolor semejante,
una espera absurda;

nadie,
bajo ningún concepto,

debería tolerar
lo intolerable,

el más obvio,
profundo,
desprecio,

la nada
en su más oscura, egoísta,
malévola,

expresión;

en el caso
de que esto nos sucediera,

sería imprescindible
hallar, con extrema urgencia,
la senda de regreso
a lo que éramos antes

de "eso"
en que permitimos
que nos convirtieran,

en que nos convertimos,
asintiendo, conveniente,
inconvenientemente;

y darnos cuenta
de lo que hicimos de nosotros,

de que debimos ocuparnos,
escucharnos,
tenernos en cuenta;

no temer, no haber temido
la aceptación de todas esas dudas,
miedos, errores;

cuidar nuestra salud,
nuestra cabeza,

nuestro corazón;

antes
de venirnos abajo,

entender
que sin nosotros,

o con nosotros
pero convertidos
en harapos inútiles,

-aunque útiles
para nuestros verdugos-;

nada,
ni la más miserable dádiva,
nos serviría;

ni promesas sin sustancia,
ni palabras que no tienen respaldo alguno,

ni sentimientos engañosos,
ni excusas

escondidas detrás de esa pulsión
por intentar huírle
a la soledad.

Cuando en la soledad,
tantas, muchas veces,

somos quienes somos,
de verdad,

entendemos, aceptamos,

volvemos a pensarnos,

volvemos a poner las expectativas
en nuestro empeño,
en nuestra fuerza;

-la mente, vaciada de las manipulaciones
de esas enfermas presencias-ausencias-;

entonces, los sueños,
-los nuestros-

se reinstalan,
se potencian,

nos devuelven
esa fe

que en ocasiones, por largo tiempo,

damos por perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristina Del Gaudio

Seguidores