martes, junio 25, 2019

Auto-huirles

Les dicen lo que saben
necesitan oír;

les escriben las palabras precisas,
las que tienen muy bien planeadas,
las que resultarán apropiadas.

Así, se produce la famosa catarsis,
como sucede con los programas de TV,
las series, las obras teatrales,
etc.;

algo similar a lo siguiente:

justo lo que tiene que ver conmigo,
justo lo que me pasó,
lo que pudo haberme pasado,

lo que hice,
lo que no hice,
lo que tenía que haber hecho,

así es como él/ella debe pensar,
por esa razón actuó así o asá (x),

de ese modo debí reaccionar,
claro, me dejé llevar por

tengo que quererme a mí mismo/a,
tengo que hacer esta afirmación y esta otra
y todas las demás;

si me enojo,
golpear almohadones (¿cojines son almohadones, no?)

o gritar
dentro de un espacio cerrado;
(¿por qué no abierto?, me pregunto)

Soltar, ahhhh,
¡la palabra de moda!

dejar el pasado atrás,
el pasado no puede modificarse
(mentira, ¡hay tantas "versiones" de pasados,
según cómo se hayan vivido, según qué punto se tenga más presente
que otro, según la etapa en que se haya dado tal o cual situación);

prosigo:

quien no te busca,
no hace nada por hallarte,
no te quiere.

¡mentira!

¡puede deberse a tantas cuestiones!:
temores, inseguridad de ser aceptado/a,
dudas, problemas de cualquier índole,
no querer ser visto por haber envejecido,
por tener alguna enfermedad,
etcetcetc.

Si no te querés a vos mismo,
nadie lo hará.

Otra falacia.

Me han querido y mucho
cuando menos me quise,
cuando menos me valoré;

Si sos bueno, si das,
recibirás lo mismo o más;

o bien:

al que lastima a alguien,
le volverá el daño del modo en que sea;

¡todas mentirasssss!

En fin,

estas y otras frases tan repetidas,
tan trilladas,
de una u otra manera

integran solo una parte del "librito"
del psico, gurú, terapeuta, brujo,
da igual;

Está también el muy famoso y hábil comerciante
"escritor de autoayuda":

utiliza a destajo
estas y otras palabras,
las combina de modo tal
que lleguen al lector-cliente,

que lo hagan conmover,
reaccionar, ser

como a ellos
les conviene que lo haga,

el tema es vender,
hacer dinero,

a través de sus charlas,
de sus libros, de sus textos
que repite, repite y repite

hasta que el cerebro
de sus adeptos, incondicionales,
queda tan en blanco, más esponjoso que una esponja,

tanto que creen experimentar eso que llaman empatía
y no es más que sumisión, idiotización,
servilismo,
anulación del propio yo;

así, todavía tengan resabios de sus respetables,
desde ya,
padecimientos,
dirán que los están superando
gracias a tal o a tal otro;

que es un genio,
una "genia",

entonces, comparten y comparten sus escritos,
se los pasan, los divulgan

y a la mujer o varón en cuestión
que se dedica a este oficio,
se le gastan las retinas
de tanto contar dinero, dinero y más dinero.

Toda publicidad les sirve,
hasta que hablen mal de ellos,

hasta se permiten plagiar,
porque en medio de la aclaración
del supuesto malentendido

también facturan,

son una caja registradora caminante,
un consejo, un like...

¡más seguidores!

una palabra que se adapte
en más o en menos
a lo que el "cliente", -no puedo decir oyente ni lector-,
necesite,

será otra felicitación, otro me gusta,
nuevos ingresos a las páginas,
adquisiciones de ejemplares,
asistencia a convenciones, talleres,
todo a cambio de...

¡dinero, dinero y más dinero!

¿O por qué creen que se dedican
a ese tipo de escritura,
disfrazándola de literatura,
poniendo alguna que otra palabra
que disimule hacia dónde van dirigidos
sus misiles convincentes, generadores de fama
y fortuna?

Entonces,

dirigen verdaderas sectas,
plagadas de seguidores/siervos
dispuestos a enfrentar a quien sea
en su defensa,

que esgrimen esos escritos
aquí y allá,
cual manifiestos políticos o literarios,
reparten, repiten, divulgan esas líneas

en mucho mayor grado, estoy segura,
de lo que hicieron los apóstoles o quienes fueran
con respecto a la palabra de Jesús;

Les digo,

ustedes hagan lo que quieran,
yo no doy consejos, -ni por plata-:

cuidado con aferrarse a ellos
que tanto enseñan a no aferrarse a nada,

sus palabras, mientras escriben,
las ven como números;

a ellos no les importa de nadie, de nada,
salvo de ellos mismos y de sus logros.

No son sus amigos,
les digo a los que realmente lo creen.

Si los critican, si no los siguen,
si no les aseguran, del modo en que sea,
ingresos,
los abandonarán, los olvidarán,

así como fueron abandonados u olvidados
por quien sea
y por ese motivo, entre otros, quizás,
acudieron a estos pseudo-pastores

que sí saben elegir a sus ovejas,
-sin lugar a dudas-,

fáciles de manipular, ingenuas, crédulas,
para que resulte muy sencillo instalarles esas ideas,
como ser, la existencia de un mundo distinto,
pleno de luz, empatía, salud mental (¿?),
al que supuestamente, solo ellos pertenecerían;

un mundo muy distinto
a este en el que vivimos nosotros,
pobres seres,
enfermos,
mal medicados,

perdidos, irremediablemente, en la oscuridad,
en el egoísmo, la agresión, la envidia,
y todo lo "malo" que puedan adjudicarnos.

Por eso, dicen, eligen (¿?) "correrse"
de personas como nosotros
y es lógico que así sea;

En fin, típica charlatanería barata
en pos de como ya lo expliqué,
sus non santos objetivos.

Si creen en ustedes, de verdad,
si fortalecen su espíritu,
no necesitarán pagar ni con plata, ni poner likes,
ni escuchar, ni leer a estos mercaderes;

Podrán, de ese modo, leer literatura de la buena,
la que aporta, la que suma,
la que invita a viajar, a soñar,

la que en verdad nos acompaña,
nos cobija,

se convierte en nuestra mejor amiga,

luego de nosotros mismos,
claro.






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Cristina Del Gaudio

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