poemas que siempre digan flores,
que digan sol y cielo
y mar;
estrellas, noches de luna,
playas, siempre solitarias;
-que contengan, muchas veces,
la palabra: soltar-;
poemas
para no mirar,
para no saber
para no darse cuenta;
-mucho menos, para profundizar-
poemas de cotillón,
con moños de colores,
poemas para regalar,
con impactantes imágenes,
todo envuelto en papel celofán;
poemas
con previsibles ¿metáforas?
intentos de sinestesia,
pretenciosas onomatopeyas;
poemas
empalagosos,
de besos,
de caricias,
con esa verborragia
innecesariamente
detallista,
que no deja
al cliente-lector,
ni una idea, ni una sílaba
para agregar;
poemas
dedicados,
¡según el gusto
de cada cual!
para sentirse acompañado,
para descargarse,
para mentir,
mentirse,
para fingir que se dice
lo que no se dice;
poemas para vender:
¿ilusiones?
¿distracción?
¿ideas?
todo sirve
nada sobra,
mientras se alcance el objetivo:
¡poemas, poemas, poemas!
¡dos libros al precio de uno!
poemas
¡ostentosa, aparatosamente editados!
para poner algo, de una buena vez,
en todos esos estantes,
¡tanto espacio vacío
por llenar!
Nota del editor: la oferta incluye un señalador personalizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario